Tengo que decir que el post de hoy, inicialmente no era este que estáis leyendo ahora. Tenía uno sobre la potencia para los founders de la marca personal, pero haciendo scroll me he encontrado con esto que escribió ayer Carlos Blanco que me ha ayudado a escribir sobre la supervivencia!
Post de Carlos Blanco
Ya he escrito alguna vez sobre la gestión de chasflow, pero quiero dar un paso más y escribir sobre la pregunta que viene después de este párrafo y que en muchas ocasiones es siempre la misma.
"Pero Alberto, ¿Cómo levanto capital cuando la caja está temblando y solo me quedan 4 meses de runway?
Veo en esta pregunta la búsqueda de un atajo, como si quisierais encontrar una solución mágica para cerrar una ronda en un par de reuniones, como si el fundraising fuera un truco de magia y no un proceso brutalmente metódico.
Y aquí es donde me toca hacer de malo (acostumbrado a ella ya😂), pero considero que es necesario: no existen atajos en el fundraising. Olvidaros de cerrar más rápido. El consejo que de verdad necesitáis, el que os va a salvar el culo, es ganar tiempo. Si vuestro runway es inferior a seis meses, vuestra obsesión no puede ser encontrar una "solución exprés".
Vuestra única prioridad debe ser reducir el burn rate y alargar el runway para darte una verdadera oportunidad de levantar esa ronda.
Entender esto: los inversores huelen la desesperación a kilómetros. Si vais con el agua al cuello, vuestra posición negociadora es nula, y el riesgo de que os ignoren o os ofrezcan condiciones leoninas se dispara.
Sé perfectamente por qué muchos os resistís a esto. Despedir duele. Decepcionar a proveedores duele. Ver cómo el equipo que tanto os ha costado construir se reduce, es una mierda, lo sé. Es uno de los momentos más jodidos en la vida de un emprendedor. Pero lo que debería empujaros a actuar es que cerrar vuestra empresa duele mucho más. El fracaso es parte del camino, sí, pero morir por inacción o por no querer tomar decisiones duras es imperdonable. La alternativa a los recortes es la desaparición. Y eso, es el dolor definitivo.
Recorta más de lo que crees necesario (y sé valiente)
Este es el consejo que nadie quiere escuchar, pero que todos necesitan. La tentación de ir a medio gas, de hacer recortes tibios, de pasar la bola y cruzar los dedos, es enorme. Entiendo el miedo a no poder reconstruir después de amputar, y la aversión a las conversaciones difíciles con el equipo es algo que nadie desea. Pero os lo pongo así: es mejor que reconstruir sea difícil a que sea imposible. Si os quedáis sin caja y vuestra empresa cierra, no hay vuelta atrás. No hay rewind, no hay segundas oportunidades. Se acabó el juego. La reconstrucción, por muy compleja que parezca, es el camino hacia la supervivencia. Vuestro objetivo principal es sobrevivir para pelear otro día.
Punto.
Una empresa muerta no levanta capital, no innova, no sirve a clientes, no genera impacto.Una empresa que sobrevive, incluso herida, siempre tiene una oportunidad.
Seguramente me gane algunos haters con lo que encontraréis a continuación, pero hay que hacer justicia al título.
¿Dónde recortar? Priorizar los grandes movimientos (SÍ, LOS SALARIOS, NO OS ESCONDÁIS)
En startups en fases iniciales, y no tan iniciales, el gasto más gordo casi siempre es el equipo. Aquí es donde debéis ser implacables y estratégicos. Así es como creo que se debe abordar el recorte de personal (de mayor a menor impacto):
Despidos completos: Doloroso a más no poder. Pero es la forma más rápida y efectiva de reducir el burn. Cuando la vida de la empresa está en juego, las decisiones deben ser drásticas. Comunicarlo con empatía, pero con firmeza. Ofrecer toda la ayuda posible para la transición, pero no dudéis.
Suspensión temporal: Una opción para explorar en algunos marcos legales (ERTE, ERE, etc...). Pausar la relación laboral temporalmente os da aire, reduciendo el gasto sin romper lazos de forma definitiva, manteniendo la puerta abierta a reincorporaciones si las cosas mejoran y entra la pasta. Evaluar si es viable en vuestra jurisdicción y si vuestro equipo lo entendería como una medida de supervivencia.
Sustituir por talento internacional: Abrir la mente. Podéis contratar perfiles internacionales, especialmente en países con costes de vida más bajos, por un 10-30% del coste de un empleado en España. Y no hablo solo de asistentes virtuales o tareas administrativas. Me refiero a perfiles técnicos de primer nivel, diseñadores, especialistas en marketing, operaciones... hay un mundo de talento global que, con la infraestructura adecuada para el teletrabajo, puede ser una salvación (ojo, de forma temporal, particularmente no creo mucho en el teletrabajo😉, pero a grandes problemas...).
Reducción temporal de sueldo: Si el equipo cree en el proyecto y lo comunicais bien, podéis ofrecer bajadas de salario a cambio de stock options adicionales o compensación futura cuando la situación mejore. Si el equipo aún cree en el proyecto y está dispuesto a sacrificar ahora por un futuro mejor, esto puede ser una buena moneda de cambio y una señal de compromiso colectivo.
Reducción salarial sin despidos: Un sacrificio menor que puede daros semanas o incluso meses extra sin perder al equipo. Quizá, pequeñas bajadas de salario para todos, comunicadas con transparencia sobre la situación de la empresa, pueden ser aceptadas y sumar un impacto significativo en el burn. Cada euro cuenta.
Más allá de las nóminas... hay mucha más tela que cortar.
No os quedéis solo mirando las nóminas. Si lo hacéis, os estaréis perdiendo otras áreas donde podéis y debéis meter la tijera. Por ejemplo:
Cortar el gasto en adquisición de pago: Todo lo que no sea absolutamente esencial para la supervivencia (ads, campañas PPC, publicidad en redes, etc.), bajar la palanca. Centraros en el crecimiento orgánico, en la retención, en la calidad del producto. Lo bueno es que esto se puede reactivar con un clic cuando quieras y la situación financiera lo permita. Es un gasto flexible que debéiss controlar con puño de hierro.
Negociar con proveedores y prestadores de servicios: Sí, da palo incumplir compromisos o pedir rebajas, pero si vuestra empresa cierra, ellos también pierden un cliente. Ser directos y transparentes. Llamar a vuestros proveedores, a vuestros consultores, a vuestras agencias. Explicar la situación. Pedir retrasar pagos, renegociar condiciones, descuentos. Retrasar pagos y renegociar condiciones os puede dar ese oxígeno extra que tanto necesitáis. Muchos preferirán un cliente que paga tarde o menos, que uno que desaparece.
Reducir costes de oficina y operaciones: Si tenéis oficina física, valorar mudaros a un sitio más barato, reducir el espacio o incluso ir full remoto. La oficina tiene muchísimos costes ocultos: alquiler, suministros (luz, agua, internet), software de gestión de oficina, material de oficina, limpieza, seguros… Hay muchísimo margen ahí. Recortar aquí con fuerza. Si sobrevivís, ya alquilaréis otra mejor, quizá incluso más grande.
Eliminar perks o beneficios no esenciales: No es el mayor ahorro del mundo, pero todo suma. Obviamente no queréis dañar la moral del equipo, eso es clave, pero si comunicáis que es temporal, una medida necesaria para la supervivencia, lo entenderán. Incluso puede unir más al equipo en un objetivo común. Decir adiós a las comidas gratis, las suscripciones al gimnasio, las fiestas de empresa excesivas... y redirigir el foco a beneficios que realmente impacten en la retención y productividad del equipo a largo plazo.
Sobrevivir por encima de todo. Lo imposible no existe.
Alargar el runway no es fácil, lo repito. Las decisiones serán duras, lo garantizo. Habrá noches sin dormir, conversaciones incómodas y momentos de soledad. Pero son absolutamente necesarias si estáis a punto de quedaros sin caja y aún queréis tener una oportunidad real de levantar una ronda. Un inversor serio valora la capacidad del founder para tomar decisiones difíciles y gestionar con rigor. Mostrar que habéis sido proactivo en la reducción del burn es una señal de fortaleza, no de debilidad.
La crisis agudiza el ingenio y forja empresas más fuertes.
Nos leemos en breve,
Un abrazo👋
Alberto Hospital
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