Guía esencial 2026 para startups en Cataluña. Descubre la estrategia óptima para combinar los préstamos participativos de ENISA (estatal) e ICF/IFEM (autonómico). Maximiza hasta 1,7M€ en financiación no dilutiva, entiende los requisitos de fondos propios y coinversión, y evita errores comunes en la secuencia de solicitud. ¡Financia tu crecimiento sin ceder más equity!

Si tienes una startup en Cataluña y estás buscando financiación no dilutiva, aquí te explico cómo combinar dos de los instrumentos más potentes del ecosistema español: los préstamos participativos de ENISA (ámbito estatal) y las líneas de ICF/IFEM (ámbito autonómico). La combinación correcta puede multiplicar tu capacidad de financiación sin ceder equity, pero necesitas entender las reglas del juego de cada entidad y planificar la secuencia adecuada.
En este artículo encontrarás qué es cada instrumento, cuándo y cómo solicitarlos, qué requisitos exige cada uno, cómo evitar errores que bloquean operaciones, y la secuencia óptima para maximizar el importe total obtenido. Todo con datos actualizados para 2026, importes reales en euros y criterios prácticos para que tomes decisiones sin perder semanas en caminos equivocados.
Mi objetivo: que entiendas cómo funcionan estos dos instrumentos complementarios y puedas diseñar una estrategia de financiación que aproveche lo mejor de cada uno, sin comprometer tu cap table ni tu autonomía como founder.
¿Necesitas ayuda para preparar tu solicitud ENISA o ICF?
Muchas startups catalanas solicitan solo ENISA porque es más conocido, o solo ICF porque es local. El problema es que están dejando dinero sobre la mesa. Ambos instrumentos son 100% compatibles y, bien combinados, pueden aportar entre 100.000€ y 1.700.000€ en financiación no dilutiva.
Lo que pasa cuando no lo haces bien:
❌ Solicitas ICF antes de tener inversión privada y te rechazan por no cumplir el requisito de coinversión.
❌ Pides ENISA después de una ronda y los fondos propios ya no encajan con el importe que necesitas.
❌ Presentas memorias inconsistentes entre ambas entidades y levantas banderas rojas en el análisis.
❌ Descoordinas los plazos y acabas con tensiones de tesorería por vencimientos solapados.
Lo que sí funciona:
✅ Planificar la secuencia: primero ENISA para reforzar fondos propios, luego ICF para acompañar ronda.
✅ Preparar una narrativa coherente que adaptas a los criterios de cada entidad.
✅ Alinear los business angels o VCs con los tiempos de tramitación de ICF/IFEM.
✅ Estructurar las carencias y amortizaciones para que no se solapen los pagos.
ENISA (Empresa Nacional de Innovación, S.A.) es la entidad pública española, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que desde 1982 financia startups y pymes innovadoras mediante préstamos participativos —un instrumento financiero híbrido que se sitúa a medio camino entre la deuda tradicional y el capital riesgo, caracterizado por vincular parte del tipo de interés a la rentabilidad de la empresa, ofrecer plazos de carencia y amortización amplios (hasta 7 años de carencia y 9 de vencimiento según la línea), y sobre todo por no exigir avales ni garantías personales más allá del propio proyecto empresarial, lo que lo convierte en una opción especialmente atractiva para founders que quieren financiar su crecimiento sin comprometer su patrimonio personal ni diluir su participación en la empresa.
El modelo de ENISA se basa en el principio de coinversión: la entidad iguala o casi iguala el importe de fondos propios que los socios han aportado a la empresa, funcionando como un multiplicador de la inversión privada que refuerza la estructura financiera sin alterar el cap table, y que además actúa como señal de validación institucional ante terceros inversores, bancos y otras entidades públicas que interpretan la aprobación de ENISA como un indicador de viabilidad y profesionalidad en la gestión del proyecto empresarial.

Consejo práctico: ENISA evalúa sobre la base de un rating interno que considera la viabilidad del proyecto, la capacidad del equipo y la coherencia del plan financiero. Si planeas solicitar para 2026, empieza a preparar la documentación a finales de 2025.
El Institut Català de Finances (ICF) es la entidad financiera pública de la Generalitat de Catalunya, fundada en 1985, que actúa como complemento del sector financiero privado facilitando el acceso a financiación al tejido empresarial catalán mediante préstamos, avales e inversión en capital riesgo, con condiciones más flexibles que la banca tradicional, tipos de interés bonificados en determinadas líneas, y un enfoque centrado en el desarrollo económico de Cataluña que ha permitido financiar más de 37.000 empresas por un importe superior a 16.000 millones de euros a lo largo de sus cuatro décadas de trayectoria.
Dentro del grupo ICF, IFEM (Instrumentos Financieros para Empresas Innovadoras) es la sociedad filial especializada en coinversión con inversores privados para financiar startups y pymes innovadoras de base tecnológica o científica en fases iniciales, mediante préstamos participativos que complementan las aportaciones de business angels, aceleradoras, venture builders y fondos de capital riesgo acreditados por la entidad, lo que implica que el requisito fundamental para acceder a IFEM es contar previamente con un inversor privado que haya comprometido capital en la empresa y que presente la operación a través de su red de prescriptores acreditados.


La clave para maximizar la financiación combinada está en el orden de las operaciones. No es lo mismo pedir ENISA antes que después de una ronda privada, ni solicitar IFEM sin tener primero cerrado el compromiso del inversor.
Antes de solicitar ENISA, necesitas que tus fondos propios sean al menos iguales al préstamo que vas a pedir. Si quieres 150.000€ de ENISA, debes tener 150.000€ en fondos propios. Esto puede venir de aportaciones de los socios fundadores, FFF (family, friends, fools) o una pre-seed con business angels.
Una vez tienes los fondos propios, presenta la solicitud a ENISA. El préstamo participativo reforzará tu estructura financiera y, al ser considerado patrimonio neto a efectos mercantiles, mejorará tu posición para negociar con inversores privados. Además, la aprobación de ENISA actúa como validación institucional.
Con ENISA en tramitación, negocia tu ronda seed con inversores privados. Llegarás a la negociación con una estructura financiera más sólida, lo que te permite defender mejor la valoración y ceder menos equity. Asegúrate de que el inversor que elijas esté acreditado por ICF si quieres activar IFEM.
El préstamo participativo de IFEM igualará la inversión privada, hasta 200.000€ en operaciones estándar, hasta 400.000€ en seed avanzada, sin diluirte más.
ENISA ofrece carencias largas (hasta 7 años); IFEM ofrece carencias más cortas (hasta 2 años). Planifica los vencimientos para que no coincidan todos los pagos en el mismo momento. Lo ideal es que la carencia de IFEM termine cuando la empresa ya esté generando caja suficiente, y que la de ENISA cubra las fases de mayor incertidumbre.
IFEM exige coinversión. Si presentas una solicitud sin tener un business angel o fondo que haya firmado un termsheet o compromiso de inversión, la operación no avanza.
Consecuencia: Pérdida de tiempo y credibilidad ante la entidad. Solución: Cierra primero el compromiso del inversor, asegúrate de que su red está acreditada por ICF, y después tramita IFEM.
Si ya has diluido a los founders con la ronda, tus fondos propios habrán cambiado. ENISA calcula el importe sobre los fondos propios actuales, no sobre los que tenías antes. Además, si ya tienes toda la financiación que necesitabas, ENISA puede cuestionar la necesidad real del préstamo.
Consecuencia: Recibes menos de lo que podrías haber conseguido. Solución: Solicita ENISA antes o en paralelo a la ronda, nunca después.
Cada entidad pide un plan de viabilidad. Si las cifras de proyecciones, el uso de fondos o la narrativa del proyecto varían significativamente entre ENISA e ICF, ambas entidades detectarán la inconsistencia en sus comprobaciones.
Consecuencia: Rechazo en una o ambas operaciones. Solución: Mantén un único modelo financiero actualizado y adapta el tono y énfasis según los criterios de cada entidad, pero sin cambiar los números base.
ENISA exige cuentas auditadas para préstamos superiores a 300.000€. Si pides un importe grande sin tener la auditoría lista, el proceso se bloquea.
Consecuencia: Retrasos de varios meses mientras auditas. Solución: Si prevés solicitar más de 300.000€, contrata la auditoría antes de presentar la solicitud.
IFEM es exclusivo para empresas con sede operativa en Cataluña. Si tu sede social está en Madrid pero operas desde Barcelona, verifica que tu establecimiento operativo en Cataluña esté correctamente documentado.
Consecuencia: Rechazo por incumplimiento de requisito territorial. Solución: Asegura que tu sede operativa (no solo la social) esté en Cataluña y puedas acreditarlo.
Sí, son 100% compatibles. ENISA es financiación estatal, ICF es autonómica. No hay incompatibilidad legal ni operativa. De hecho, muchas startups catalanas combinan ambos instrumentos precisamente porque se complementan: ENISA no exige coinversión privada, IFEM sí; ENISA tiene carencias más largas, IFEM tramita más rápido.
Sí. Son entidades independientes con criterios diferentes. Un rechazo en ENISA no afecta automáticamente a tu solicitud en IFEM. Eso sí, si el rechazo fue por problemas estructurales (viabilidad dudosa, equipo débil, números incoherentes), es probable que IFEM identifique los mismos problemas. Aprovecha el feedback de ENISA para corregir antes de presentar en ICF.
Depende de tu preparación previa, pero un escenario realista es de 6-9 meses desde que inicias la solicitud de ENISA hasta que firmas IFEM. ENISA tarda 3-6 meses; la ronda con inversores puede solaparse parcialmente; IFEM tarda 2-4 meses una vez presentada la operación. Si tienes toda la documentación lista y el inversor alineado, puedes acortar significativamente.
No es obligatorio, pero las estadísticas muestran diferencias significativas. La tasa de aprobación de ENISA con consultores especializados ronda el 88-92%, frente al 33% de solicitudes directas. En IFEM el proceso es diferente porque el intermediario acreditado ya actúa como filtro. Un buen consultor te ayuda a preparar una memoria sólida, anticipar objeciones y optimizar el importe solicitado.
Ambos son préstamos, no subvenciones. Si la empresa no puede devolver, las entidades ejecutarán las garantías (en el caso de ICF, las generales de la empresa) y, si es necesario, iniciarán acciones legales. En ENISA, al no haber avales personales, los founders no responden con su patrimonio personal, solo la sociedad. En ICF/IFEM, las garantías generales pueden implicar los activos de la empresa.
Combinar ENISA e ICF no es complicado si entiendes las reglas de cada instrumento y respetas la secuencia lógica. El error más común es actuar reactivamente (pedir financiación cuando ya la necesitas con urgencia) en lugar de planificar proactivamente cuando aún tienes margen.
Si tuviera que priorizar tres cosas hoy:
7. Verificar que tus fondos propios actuales permiten solicitar el importe de ENISA que necesitas
8. Identificar qué redes de business angels o fondos acreditados por ICF encajan con tu proyecto
9. Preparar un modelo financiero único que puedas adaptar a los criterios de cada entidad
La financiación pública bien estructurada es una de las pocas ventajas competitivas reales del ecosistema español. Si tienes una startup en Cataluña, tienes acceso a dos instrumentos potentes que pueden aportarte cientos de miles de euros sin diluirte. No desperdicies esa oportunidad por falta de planificación.
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